lunes, 25 de marzo de 2013

Grial




En algunas versiones el “Rey Herido” y el “Rey Pescador” son el mismo personaje. En otras, el rey del Grial parece desdoblarse en dos identidades.

Algunas leyendas árabes que durante la Edad Media se divulgaron a través de traducciones españolas, presentaban ya el tema del pez vinculado a una búsqueda equivalente a la del Grial como piedra de poder.
Tal piedra estaba engarzada en un anillo perteneciente a Salomón.
Un anillo que tenía las propiedades de «un fuego que llena el Cielo y la Tierra», símbolo del poder supremo.
Este anillo de Salomón es a su vez reproducción de la piedra que Alejandro Magno había encontrado en un pez gigantesco y que, al igual que el Grial, se manifestaba como una gran luz en la noche.
Salomón pierde el anillo y su fuerza decae.
El anillo había sido arrojado al mar.
Salomón, pescando, lo encuentra dentro de un pez, y así recobra su dominio sobre hombres, animales y demonios.


En Chrétien, el rey del Grial, por haber sido herido, ya no tiene más ocupación ni goce posible que pescar.
Consciente de su propia impotencia, busca al héroe que lo sane y lo sustituya.

En Wolfram también el pescador es el que indica a Parsifal el camino al castillo del Grial.
Allí reaparece como rey enfermo.
Y se dice de él que «lo que pesca, cuando los dolores lo atormentan, no basta a su necesidad».

El rey pescador aparece pues como “buscador de hombres”, de hombres cualificados para la empresa que se les reserva.
El rey pescador es el rey caído que busca quien salve al reino.
Cosa que sólo será posible cuando llegue el héroe que comprenda el sentido del Grial.


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