viernes, 28 de junio de 2013

El mensaje del arte




Durante mucho tiempo, el arte se encargó de transmitir conocimientos de origen y validez no meramente “humanos”. De darles expresión y hacerlos accesibles para aquéllos que eran incapaces de una comprensión intelectual directa.

Durante mucho tiempo el artista fue un vate que canalizaba el conocimiento supra racional.


Justo lo contrario es lo que acontece en la actualidad.


Mientras que el arte tradicional o “sagrado” (“sagrado” no en sentido simplemente religioso y eclesiástico, porque las diferentes mitologías y símbolos entran en la idea más vasta de lo “sagrado”) espiritualizaba lo terreno, hoy el arte degrada y deforma lo espiritual.

El ingrediente bajo y terrenal ha sustituido todo elemento místico y metafísico, todo se ha vuelto oscuro, corrompido, turbio.

El arte ha olvidado su misión reveladora. Se ha perdido el mensaje.

jueves, 27 de junio de 2013

La subida a la montaña




La leyenda del Grial recoge el sentido sacro de la montaña (el Montsalvat, el Monte de la Salvación) y la idea simbólica del ascenso a la montaña y de la residencia en la montaña como algo propio de los héroes, de los iniciados, de los seres que han superado los límites de la vida gris de la llanura.

Esa elevación de la tierra hacia el cielo expresa alegóricamente los estados trascendentes de la conciencia, la superación interior, la consecución de modos supra-normales del ser.

Representa también el lugar más próximo a lo divino, y también el más grandioso y por tanto el más digno de acoger a la divinidad. La montaña es el lugar donde se puede “ver” (o al menos presentir) a Dios.

Representa el lugar inaccesible para todo aquél no suficientemente preparado.

La subida a la montaña es la superación de los límites, es el camino hacia la luz. Hacia la libertad. Hacia la verdadera vida.

En las antiguas tradiciones, la inmortalidad del héroe se plasma en su ascensión a la montaña y su “desaparición” en ella, símbolo de una misteriosa transfiguración espiritual, de una auténtica “redención”, tras atravesar el ascendente y difícil camino de la purificación, del conocimiento, de la iluminación. La llegada a un lejano lugar que ya no es humano, mortal y contingente. El lugar donde la luz vence a la oscuridad, donde la calma se impone sobre la tempestad.

La llegada del héroe a ese lugar viene a acrecentar con nuevas fuerzas el ejército espiritual del cual la divinidad tiene necesidad para luchar contra las tinieblas, contra las criaturas tenebrosas.

martes, 18 de junio de 2013

La empresa




Parsifal, el “héroe puro” o “héroe loco”, regresa a la capilla de los caballeros del Grial, en el Montsalvat.
Al lugar donde el Grial proporciona su alimento místico.

Parsifal ha superado su propia inconsciencia.
Ha resistido las tentaciones.
Ha recuperado la lanza que el rey Amfortas había perdido pecando.

El rey herido sana. La espada rota es vuelta a unir.

El héroe ha sido enfrentado a una empresa peligrosa, mortal.
Al superarla, el héroe trasciende a una nueva realidad.

Así lo manifiesta la fórmula de un antiguo texto de Merlín:
«Honor, gloria, poder y alegría eterna al Destructor de la muerte».

El camino del espíritu



El viaje de Dante al otro mundo representa un proceso de purificación e iniciación similar a la búsqueda del Grial.

Dante, extraviado en la selva oscura y salvaje, fuerza «el paso que nunca dejó persona viva». Un león y una loba le impiden la ascensión directa al monte.

Su ascensión al «delicioso monte» y su «esperanza de altura» son las mismas que las de los caballeros que buscan el Grial, y que afrontan peligros mortales en la tierra salvaje para finalmente poder ascender al monte salvado. Al Montsalvatsche, donde se encuentra el «Castillo del Gozo».

La Beatriz de Dante es la «mujer sobrenatural», que ayuda a Dante desde lo alto.

Como también los caballeros han de ser «elegidos» para poder superar las aventuras y combates simbólicos que expresan el mismo proceso de inicición que en Dante, la purificación que les permitirá alcanzar el Grial.

En ese itinerario del espíritu, la vía heroica de los buscadores del Grial es sustituida en Dante por la vía mística.

Tiene lugar la regeneración de Dante mediante el agua del recuerdo, y este cambio le abre el camino al Cielo:
«Regresé de la santísima onda / tan rehecho como plantas nuevas / renovadas con nuevas ramas, / puro y dispuesto a subir a las estrellas».

Algo similar ocurre en algunas versiones tardías de la saga del Grial, que concluyen con la retirada del protagonista a una vida ascética.

lunes, 17 de junio de 2013

La batalla



En la Historia Regum Britanniae se exhorta:
«Combatid por vuestra tierra y aceptad, si es menester, la muerte, pues la muerte es una victoria y una liberación del alma».

Esa tierra es el Grial.
El Grial es el símbolo de lo que se ha perdido y hay que encontrar de nuevo.

Un hombre debe conseguir que el Grial se manifieste de nuevo.
Es el caballero que se sentará en el “asiento peligroso”.

Ha de lograr una nueva manifestación de las fuerzas del Centro primordial.
Las fuerzas que se hallan en las cumbres más altas, allende los mares, donde más brilla el sol.

Se producirá la última batalla, la lucha de las huestes de la Luz contra la Oscuridad.

La lucha capitaneada por el hijo del rey del Grial, Lohengrin: el héroe enviado por el Centro supremo, el héroe que no debe revelar su nombre, ni el lugar de donde viene. Su misión y su naturaleza deben permanecer silenciados.

Entonces tendremos que elegir sin saber.

jueves, 6 de junio de 2013

El lenguaje simbólico




El tema del Grial no remite a cuestiones localizadas geográfica o históricamente,  sino a un saber único y constante.

Habla de la existencia de un origen, de una espiritualidad trascendente, de una divinidad. Una fuerza por encima de la naturaleza. Una presencia de lo alto. Una luz sobrenatural. Un recuerdo de otra vida, convertido en mito.

Habla de una sede dorada y oculta, el contacto con la cual en algún momento quedó interrumpido y hay que recuperar. Un reino misterioso y unos seres primordiales que guían a los hombres.

Ofrece unos símbolos que representan lo inaccesible, lo inviolable: la piedra inquebrantable, la isla en medio de las aguas, el castillo entre nubes, la cumbre salvaje, el país invisible, la tierra del sol.

Habla del poder, de la inmortalidad, del alimento perenne, del conocimiento trascendental. De una bebida que proporciona un vigor invencible. De la llave de la verdadera vida. Habla de la sabiduría. Habla del alma.

Habla del espíritu del guerrero buscador del fuego, de la lucha titánica, del héroe restaurador.

Habla del camino peligroso. De la superación de la materia. De la transformación, de la reintegración del estado primigenio. Habla de un renacimiento. Una nueva vida que libera y transforma al ser. La victoria final.

Habla del reencuentro del hombre con Dios.

En esa épica caballeresca, en esa serie de empresas, de aventuras, de gestas, de combates, se simbolizan las pruebas y la confirmación de la cualidad del héroe, el proceso a través del cual éste alcanza la dignidad regia.

Una experiencia a un tiempo combativa y mística.

Todo ello transmitido a través de imágenes fantásticas y poéticas.

martes, 4 de junio de 2013

El mensaje escondido



El emperador Juliano escribió: «Lo que en los mitos parece inverosímil es precisamente lo que nos abre el camino a la verdad. En efecto, cuanto más extraordinario es el enigma, tanto más parece advertirnos de que no nos fiemos de la palabra aparente, sino que nos esforcemos en buscar la verdad escondida».

La literatura, y en particular la literatura poética, ha servido en ocasiones para transmitir el misterio.

Existen realidades de un orden superior que han sido diversamente representadas por los símbolos y los mitos.

Los textos del Grial recogen y repiten unos cuantos temas esenciales, expresados a través de personajes y gestas caballerescos: La existencia de un centro misterioso, la superación de las pruebas, la conquista espiritual... Perceval, Galahad, Galván, Lanzarote, Peredur, etc., son en realidad diferentes representaciones de un tipo único. También el rey Arturo, el Rey Pescador, el Rey Herido... Igualmente se repiten los motivos, las imágenes: castillos, islas, reinos; diferentes lugares inaccesibles y peligrosos.

Los textos del Grial tienen un carácter de “misterio” en sentido propio, o sea iniciático.

El iniciado debe situarse más allá de las formas históricas contingentes de una tradición particular.

El Grial es un símbolo en el que se funden la representación del “guerrero” y la del “sacerdote”, en el que se aúnan los impulsos místicos hacia lo sobrenatural, en el que se ejemplariza el proceso de la formación espiritual del individuo: Recibir la “espada”, penetrar en un terreno de realidades suprahistóricas, alcanzar la certeza de que el Centro invisible, el destino del héroe, el camino a través del bosque, no son fantasías del pasado, sino la única verdad que importa. Comprender; despertar; recuperar la auténtica vida.

A partir de ahí, el iniciado puede ir más allá del dogma, porque posee algo más, el conocimiento trascendente, y sabe de la inviolabilidad de este conocimiento.
El iniciado puede reivindicar para sí la dignidad del ser libre, porque se ha desligado de los vínculos de la naturaleza inferior, humana.
Los demás no podrán ni siquiera concebir de qué se trata.