miércoles, 31 de julio de 2013

El exilio de los ángeles




La caída de los ángeles era un tema recurrente de la religiosidad occidental medieval.
Basta ver el gran número de miniaturas que ilustran el tema: La gran serpiente barriendo con su cola las estrellas del cielo en los manuscritos del Apocalipsis de los siglos X y XI.
Así el dragón hizo caer del cielo a los ángeles.

Juan de Lugio llevó a sus últimas consecuencias esa idea:
Hay dos Principios y dos Creadores. Una creación buena, el Reino, y una mala, este mundo.
El Mal, es decir el Diablo, se lanza con sus legiones al asalto del Cielo, de la Jerusalén celestial, es decir, de la creación buena.
Tras el combate con el arcángel, las legiones del Mal son rechazadas, pero el maligno consigue hacerse con un tercio de las criaturas de Dios:
«Hubo entonces una batalla en el Cielo: Miguel y sus ángeles combatieron al dragón. Y el dragón respondió con sus legiones, pero fueron derrotados y expulsados del Cielo. Arrojaron, pues, al enorme dragón, a la antigua serpiente, al diablo o Satán, y sus huestes fueron arrojadas con él» (Apocalipsis 12, 7-9).
Pero «su cola barrió el tercio de las estrellas del Cielo y las lanzó sobre la tierra» (Apocalipsis 12, 4).

El éxodo de Israel en Egipto es interpretado como el exilio de las almas divinas en la tierra del Dios extranjero...

El Salmo 136, recoge el llamado Canto del Exiliado:
«A la orilla de los ríos de Babilonia, estábamos sentados y llorábamos, recordando Sión.
En los álamos de alrededor, habíamos colgado nuestras arpas.
Nuestros carceleros, nuestros raptores decían: cantadnos un cántico de Sión. ¿Cómo vamos a cantar un cántico de Sión en una tierra extranjera?
Si te olvido, Jerusalén, que mi diestra se seque».

El evangelista Mateo cita estas palabras de Cristo: «He sido enviado a las ovejas extraviadas de la casa de Israel» (Mateo 15, 24).
Y en su primera epístola, Juan habla de los «hijos de Dios, que no son del mundo» (I Juan 4, 4-5).

Los cátaros basaban su teología en estas mismas ideas:
El divino origen de las almas humanas y su exilio/éxodo en este mundo “extranjero”.

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