martes, 30 de julio de 2013

La Tierra del Olvido




A comienzos del siglo XIV, el Buen Hombre Jacques Authié explicaba al joven pastor Pierre Maury, mientras ambos caminaban hacia Rieux en Val:

«Cuando los espíritus cayeron del Cielo, comenzaron a cantar el Cantar de los Cantares de Sión, como solían hacer cuando estaban con el Padre Celestial.
Al oírlo, Satán les dijo: "¿Y os acordáis todavía del Cántico de Sión?".
Ellos respondieron que sí.
Satán les dijo entonces: "Os pondré en la tierra del olvido, donde olvidaréis lo que decíais y teníais en Sión".
Y les hizo entonces unas túnicas, es decir, cuerpos de la tierra del olvido».

Es en esta tierra donde se “olvida Jerusalén”.

«El Buen Principio creó a sus ángeles, y este mundo ha sido creado por el Mal Principio, con todo lo que aquí se encuentra.
El Diablo, con sus huestes, subió al Cielo y, tras un combate librado ahí arriba contra el arcángel Miguel y los ángeles del Dios bueno, el Diablo atrapó a algunas criaturas de Dios, y las virtió en cuerpos humanos, y así las transmite de un cuerpo a otro, hasta que todas regresen al Cielo. Llaman a esas criaturas "almas", "pueblo de Dios", "ovejas de Israel" y otros nombres».

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