sábado, 8 de septiembre de 2012

Textos cátaros: El Libro de los Dos Principios. 4. Resúmenes. IX. Del Principio Malo




Este Señor y creador malo que ha ordenado cometer homicidio en el mundo temporal; este creador que, en el mundo temporal, según las Escrituras, ha hecho masacrar sin piedad a tantos hombres y mujeres, no es el verdadero Creador.
Es sobre todo respecto a esto cuando la cosa parece del todo increíble:
¿Cómo habría podido el verdadero Creador condenar sin misericordia a una muerte cruel a tantos niños?


Jesucristo ciertamente no ha enseñado a aquéllos que siguen su ley a exterminar a sus enemigos en este mundo temporal; bien el contrario, les ha mandado no hacer más que el bien, como dijo Él mismo en el Evangelio de San Mateo: "Habéis aprendido que ha sido dicho: Amaréis al prójimo y odiaréis a vuestro enemigo. Y yo os digo: Amad a vuestros enemigos" (Mt, V, 43-44). No dijo tampoco en este mundo visible: Perseguiréis a vuestros enemigos como lo ha hecho vuestro padre, desde siempre, sino al contrario: "Amad a vuestros enemigos y haced el bien a aquéllos que os odian, y rogad por aquéllos que os persiguen y calumnian; a fin de ser hijos de vuestro Padre que está en los cielos" (Mt., V, 44-45).

Luego el Padre de Jesucristo no puede, en este mundo, exterminar, ante los ojos de todos, a tantos hombre y mujeres, siendo como es "el Padre de las misericordias y el Dios de toda consolación", como resalta el apóstol (2 Co., I, 3 ).


Hay pues, sin ninguna duda, un creador malo que es la causa y principio de todo mal.
Existe un dios maligno - señor y creador - que es la fuente y la causa de todos los males.


De no ser así, habría que concluir que es el verdadero Dios - Aquél que es la luz, que es el bueno y santo; que es la fuente y el origen de toda dulzura, de toda suavidad y de toda justicia - el que sería la causa y el principio de toda iniquidad y de toda malicia, de toda amargura y de toda injusticia.
Lo cual ningún sabio sostendrá.

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