En El cuento del Grial, o La historia de Perceval (Li Contes du Graal ou Perceval le Gallois), una doncella pasa ante Perceval con un grial en las manos.
La doncella es
un personaje misterioso.
En la
descripción del cortejo del Grial, Chrétien destaca la extraordinaria claridad
que se difunde por la sala:
Un graal entre
ses deus mains
Une damoisele
tenoit,
Qui avec les
vallés venoit,
Bele et gente et
bien acesmee.
Quant ele fu
laiens entree
Atot le graal
qu’ele tint,
Use si grans
clartez i vint
Qu’ausi
perdirent les chandoiles
Lor clarté come
les estoiles
Font quant
solaus lieve ou la lune.
[vv. 3220-3229]
[Una doncella,
hermosa, gentil y bien ataviada, que venía con los pajes, sostenía entre sus
manos un grial. Cuando hubo entrado con el grial que llevaba, surgió tal
resplandor que al instante perdieron su claridad las candelas, como les ocurre
a las estrellas cuando se levanta el sol o la luna].
Se ha supuesto
que ese respandor prodigioso proviene del objeto maravilloso que porta la doncella,
el Grial, adornado con piedras preciosas.
Otros dos
autores que trataron el tema, Wolfram von Eschenbach y el Primer Continuador,
describen el Grial sin hacer referencia a su luminosidad.
Wolfram, en
cambio, habla de la radiante belleza de la portadora del Grial, comparándola
con la llegada del día.
Sólo a partir de
Le Roman de l’Estoire dou Graal de
Robert de Boron, donde el autor dice que la luz procede del Grial, se asocian
luz y Grial.
Según algunos,
la portadora del Grial es «soeur de la déesse-fée qui, au côté du dieu Lug,
reçoit dans le palais féerique le Roi Conn et lui prédit pour lui et ses
descendants, en versant la Coupe d’Abondance et de Souveraineté, l’avenir de sa
dynastie de Roi suprême».
De hecho, en Diu Crône, escrito por el austríaco
Heinrich von dem Türlin hacia 1215, se habla de la doncella como de una diosa:
«die gotinne wolgetân».
En la anónima Segunda Continuación, en el cortejo que
pasa por delante de Perceval, una doncella lleva en las manos el Grial, y, tras
ella, otra joven porta la lanza que sangra. A continuación, un paje trae la
espada rota, el arma del coup félon.
El Grial y la lanza, los objetos sagrados, son llevados por doncellas, y sólo
la espada, símbolo de la caballería, es llevada por un varón.
También en Perlesvaus, Le Haut Livre du Graal, Grial y lanza son llevados por manos
femeninas, aunque estas doncellas son la manifestación visible de espíritus
incorpóreos.
En cambio, según
Wolfram von Eschenbach, la portadora del Grial resulta ser tía de Parzival, hija
de Frimutel, hermana de Amfortas y Trevrizent.
Wolfram le da
nombre: «Repanse de Schoye se llamaba la virgen que transportaba el Grial».
Repense de Joie, Dispensadora de Alegría.
Y nos dice
Wolfram que su viriginidad es esencial a su rango en el Servicio del Grial (del
mismo modo que el buscador del Grial ha de ser casto): «Era la naturaleza del
Grial, que aquella que lo custodiaba debía conservar su pureza».
Son también
mujeres —con las excepciones de Gornemans de Gorhaut, cuyas enseñanzas conducen
a Perceval al fracaso, y de Trevrizent—, quienes van educando a Parzival. En un
universo de varones, el conocimiento resulta proceder de mujer.
Tremenda influencia en la cultura occidental, de tales mitos, tan hermosos como evasores de la concepción secular de nuestro mundo.
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