El Grial
proporciona visión trascendente, iluminación espiritual.
Un poder que
conduce más allá de la muerte.
Concede todo lo
que se desea. Contiene alimento sobrenatural. Bebiendo de él se sana de todo
daño.
En la Queste du Graal, Galahad, contemplando
extasiado el Grial en el “Palais espirituel”, siente un escalofrío y ruega a
Dios que lo saque de esta vida y lo lleve al Paraíso, por haber conocido ya
plenamente el misterio del Grial.
La búsqueda del
Grial es la reconquista del estado primordial.
El Grial es la
piedra del fundamento. Un “meteoro”: una piedra del cielo.
Una piedra que
brilla como el sol, confiere la inmortalidad, da la victoria.
Alano, en la
“Terre Foraine”, en medio de una corriente impetuosa, ha hecho erigir un
castillo para el Grial.
Es el castillo
de la “vela perenne” y de la prueba del sueño. Nadie debe dormir en él.
Cuando el rey Alfasem intenta dormir en el castillo, un hombre de fuego le
traspasa con una lanza ambos muslos, herida que luego provoca su muerte.
El “sueño” es
un recurrente símbolo iniciático.
También lo es
el del “Desvelado”, el “Sin Sueño”.
Superar el
“sueño” significa participar en una lucidez trascendental, libre de los
condicionamientos de la existencia material.
Tema análogo se
encuentra en el Diu Crône.
A diferencia de
sus compañeros, aunque invitado a ello, Galván no bebe, y esta simbólica
abstinencia hace que no se duerma como los otros y pueda «hacer la pregunta»,
«sin la cual resultaría inútil lo que había hecho y hubiera podido hacer
todavía».
Cuando Galván,
que no se adormece como sus compañeros, «hace la pregunta», el Rey del Grial,
anciano y enfermo, grita de alegría y explica: él estaba muerto hacía tiempo,
aunque pareciese vivo, y había tenido que conservar aquel semblante de vida
angustiada hasta que se hubiese efectuado la búsqueda del Grial. Cuando Galván
lleva a cabo esa búsqueda, el rey le entrega la espada que le hará siempre
victorioso, y a continuación desaparece con todos los suyos y con el propio
Grial.
En otros textos,
la consecuencia de la pregunta es análoga: sana al rey y al mismo tiempo le
permite la muerte, sólo artificialmente apartada de él.
En Wolfram, si
bien el rey herido se cura, deja sin embargo el trono, que pasa a Parsifal.
El tema de un
caballero muerto o herido que los buscadores del Grial hallan, remite al tipo
del héroe que ha faltado a la prueba, al buscador que ha fracasado en su
misión.
A menudo es una
mujer quien da a conocer al buscador del Grial su propio nombre, que él
ignora; le proporciona explicaciones sobre el misterio del castillo del Grial,
acusa al caballero de «no haber hecho la pregunta».
En Wolfram, la
mujer, Sigune, está junto al cuerpo embalsamado del caballero muerto, y es
ella quien maldice a Parsifal por su indiferencia ante el rey doliente en el
castillo del Grial y ante el significado del propio Grial, fundiéndose así el
motivo del Rey del Grial, cuya vida es sólo aparente, con el del héroe herido
antes de haber podido llevar a cabo su empresa.
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