El Grial como
piedra primordial, a semejanza de la piedra de Jacob, expresa algo que une el
Cielo y la Tierra.
De Jacob
recibió el nombre de Betel la región en que una piedra sagrada señala el
lugar temible donde Jacob tuvo la visión de una escalera que unía el Cielo y la
Tierra y por la que los ángeles subían y bajaban.
Jacob tuvo
miedo, y dijo: “¡Qué terrible es este lugar! Este lugar es la casa de Dios, y
ésta es la puerta del Cielo”.
Betel, en
hebreo, significa “Casa de Dios” o “Recuerdo de Dios”.
Levantóse Jacob
y, tomando la piedra que se había puesto por cabezal, la erigió como estela y
derramó aceite sobre ella. Y llamó a aquel lugar Betel, aunque el nombre
primitivo de la ciudad era Luz.
Betilo: Piedra
Sagrada. Piedra que señala la presencia de la divinidad, el emplazamiento de un
lugar sagrado.
***
En Jacob se da
también el componente “heroico”.
Jacob se
encontró con un “ángel” (Elohim), contra el cual tuvo que luchar.
Y el ángel le
preguntó: ¿Cuál es tu nombre?
Y él respondió:
Jacob.
Entonces el
ángel dijo: No te llamarás más Jacob, sino Israel; porque has luchado contra
Elohim y contra los hombres, y has vencido.
Israel, en
hebreo, significa “el que lucha con(tra) ÉL”.
Jacob ha visto a
Elohim “cara a cara” y ha salvado su vida.
Jacob le pide la
bendición.
Parsifal, igual
que Jacob, venciendo, obtiene la bendición de Dios.
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